La dieta proteica o lipodieta, como su propio nombre indica, se basa en el consumo de proteínas para mantener el peso. Pero esto no quiere decir que la ingesta sea únicamente de este tipo de alimentos, es necesario saber en qué consiste, cómo aplicarla, y no está de más, tener en cuenta algunos consejos para implementarla. Veamos a continuación todos estos detalles.
Para empezar, la dieta proteica también es llamada hiperproteica y dieta de proteínas, esta consiste en un aumento considerable en la ingesta de proteínas disminuyendo notoriamente los carbohidratos y los lípidos. Lo recomendable es que esta dieta sea prescrita por un especialista en nutrición, ya que, de acuerdo a una evaluación médica se indica las cantidades exactas a consumir, y, sobre todo, el tiempo de duración que se necesitará para lograr el peso ideal.
Para que la dieta funcione es importante tener en cuenta que lo recomendable es ingerir proteínas magras y que contengan grasas saludables. Cada comida que se haga durante el día debe incluir un alimento proteico, y lo más destacable es que las calorías deben disminuirse progresivamente para que el cuerpo no sufra un impacto que ocasione estrés, carencias nutricionales, y lo más temido por todos, el efecto rebote.
Aquí te presentaremos algunos ejemplos de una dieta proteica aunque como hemos dicho anteriormente, es mejor acudir a un nutricionista para hacerla de forma saludable y satisfactoria.
Un desayuno ideal en una dieta proteica puede incluir: aguacate, huevos con cebolla y pimentón y leche desnatada.
Así mismo, al siguiente día comer rollitos de queso con jamón de pavo y una yogur con semillas de linaza. Se puede comer un huevo cocido con una taza de café con leche desnatada.
La ingesta del almuerzo puede incluir pescado, pollo o filete a la plancha combinados con espinacas, espárragos, aguacate picado, ensalada de pepino, tomate y lechuga. Lo ideal es integrar una proteína con un solo acompañante.
En las meriendas optar por alimentos como:
En la cena se puede optar por salmón a la plancha con ensalada, pasta con carne molida y salsa de tomate natural. Otra opción es una crema de zanahorias con trozos de queso o una tortilla francesa con espinacas.
Una dieta proteica puede ser muy efectiva para la pérdida de peso, pero siguiendo siempre las recomendaciones médicas, además de combinar este tipo de alimentación saludables con ejercicio para lograr resultados óptimos.
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